LOGRAR EL TRIUNFO A
CUALQUIER PRECIO…… ¿SERÁ LO CORRECTO?
Éxito, reconocimiento,
fama, gloria… muchos de nosotros luchamos por motivos como estos, pero no se
puede construir un buen nombre de un día para otro ni a costa de la destrucción
de los que tenemos al lado.
Es necesario trabajar
duro, incluso si hay tropiezos y caídas, es necesario superar obstáculos, es
necesario tener motivación, perseverancia y tenacidad.
La vida es una sucesión
de batallas.
Trabajo, familia,
amigos: todos tenemos un estatus actual.
Lo que hagamos hoy y a
lo largo de nuestra vida tendrá eco mañana y toda la eternidad.
Tenemos expectativas
para el futuro, pero los giros y vueltas del destino seguramente nos
sorprenderán, pues la grandeza del ser humano no es más que una visión, una
quimera, una ilusión.
No siempre podemos
hacer solo lo que nos gusta, pero aquellos a los que les gusta lo que hacen, se
sienten orgullosos de hacerlo mejor siempre, logrando más progresos día a día.
En la vida, en nuestra
familia, en las organizaciones como la
nuestra hay momentos de calma en los cuales parece que todo marcha bien, pero
también se presentan momentos decisivos cuando las buenas intenciones no son
suficientes, es cuando la vida nos demanda sabiduría, valentía, solidaridad,
imparcialidad, amistad, unión y un indiscutible espíritu de trabajo en equipo
para sortear y salir con la frente en alto dando la mejor solución a los
problemas y reveses que suceden con más frecuencia de la que nos gustaría.
Los tiempos cambian, y
siempre estarán presentándose nuevos desafíos, nuevos objetivos que lograr,
nuevos retos que afrontar, sin embargo los verdaderos líderes no restan ni
dividen, por el contrario suman y multiplican, y miran en los ojos del futuro
sin miedo, sin arrogancia, sin odio, pero con la confianza de quienes están
listos para la lucha.
Debemos estar
preparados para lidiar con situaciones difíciles, ya que el modo en que
enfoquemos y resolvamos las dificultades es lo que marcará por siempre la
diferencia entre lo correcto y aquello que no lo es.
A veces nos
preguntamos: ¿Cómo enfrentar las situaciones radicales que se presentan frente
a nosotros? Es como actuar en un escenario desconocido donde pensábamos que lo
hacíamos bien, pero resulta que necesitamos aprender nuevas formas de hacerlo.
¿Cómo luchar sin atropellar los valores fundamentales del ser humano? Y aún
más: ¿Cómo saber exactamente que debemos hacer en el momento correcto?
Lo increíble es que
precisamente durante las situaciones adversas, muchos redescubren los valores
que existen dentro de ellos mismos: ética, amistad, respeto, tolerancia,
lealtad y la capacidad para crear nuevas estrategias basadas en la justicia, el honor y la
experiencia, el talento para promover alianzas positivas, espíritu de liderazgo
y la conciencia de que la verdadera fuerza reside en la unión y el trabajo en
equipo.
Todo esto puede aflorar
cuando las circunstancias son cruciales, cuando existe la conciencia de un
objetivo primordial que debe ser alcanzado.
Claro que no es fácil
abandonar hábitos, costumbres… no es fácil adaptarse a nuevos escenarios, o
emplear recursos con los que no estamos familiarizados.
Todos los guerreros
saben que la unión, la solidaridad, la
lealtad, la organización y el trabajo en equipo son las estrategias que le dan
la fuerza a un ejército para lograr la victoria; y también saben que la
división, la falta de cohesión y la desorganización son factores clave que
llevarán al fracaso cualquier intento de lucha para alcanzar un objetivo,
lograr una meta o hacer realidad un proyecto.
La combinación de
voluntad e inteligencia es como el equilibrio entre la emoción y la razón, son
esenciales para alcanzar el éxito.
Es una satisfacción
extremadamente agradable finalizar una tarea con la convicción del deber
cumplido y recibir la aprobación y
reconocimiento de aquellos para quienes hemos trabajado con “verdadera vocación
de servicio”. Escuchar nuestro nombre con orgullo, el orgullo de haber sido
capaces de enfrentar los obstáculos con sabiduría y haberlos tomado como una oportunidad para
crecer de manera personal, profesional y como líderes que supieron afrontar y
sortear con valentía y asertividad las turbulencias de nuestro entorno sindical
y ganar la batalla… el orgullo de ser los ganadores sin haber perdido los
valores fundamentales en la lucha para alcanzar la victoria.
Compañeros, solo me
resta agregar:
¿Tendremos la capacidad
y la fuerza de voluntad para enfrentar la turbulencia y salir de ella airosos y
fortalecidos? o por el contrario, ¿dejaremos que sea ella la que nos divida y
nos destruya?
La respuesta está en el
interior de cada uno de nosotros.
Dr. Porfirio Fragoso
Secretario General,
Sección 62 SNTSA
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